Usted puede encontrarnos donde siempre en la Casa de los Arévalos, en la calle Julio Burell, número 48, magnífico edificio de fachada neoclásica de principios del siglo XIX, mandado construir por D. Manuel Arévalo con una espléndida rejería saliente. En su interior podrá contemplar el bello patio de doble altura adintelado, con zapatas de madera apoyadas en doce columnas de piedra de orden dórico sobre elevados pedestales. En el lateral del patio, y dando a la calle Andrés Segovia, sobre los restos del antiguo palacio de los Quesada, entre su grandes arcos fajones, podrá todavía contemplar las antiguas prensas hidráulicas del segundo tercio del siglo XX y que estuvieron en funcionamiento hasta 1994, la antigua batería de pozuelos donde se decantaba el aceite y los depósitos de remaches que tienen fecha de 1856.

Puede también visitarnos en las nuevas y modernas instalaciones de la Carretera Baeza-Úbeda km 0’700 y degustará los afrutados vírgenes extra que ponemos a su disposición. Comprobará, en fin, que en este mundo dominado por mastodónticas cooperativas y grandes sociedades anónimas, subvencionadas por las Adminstraciones, las cosas aún se pueden hacer de otra manera porque hay sitio para todos. Si cree en el trabajo bien hecho, el cuidado en la selección de los productos, en el mimo en el proceso de extracción del aceite, visítenos y degústelo.